Cuando era pequeña creia que los niños nacian de mear la madre y el padre sobre un repollo, no valia cualquier verdura, no, no, tenia que ser un repollo, de esos ya grandecitos, de los que dejan entrever un corazon blanco y lo protegen un monton de hojas verdes, cuando veia uno en casa (generalmente todos los miercoles, que mira que fuimos tradicionalistas con eso, miercoles cocido con repollo) siempre pensaba, uy el niño de aqui tiene que ser grandecito, porque vaya repollo mas grande, otras pensaba pues menuda cagarruta de niño, una pena que ese lecho de color no fuera la cuna del niño, pero la vida no son fantasias, es lo que es.
Tambien creia en mi infancia que si apretabas muy fuerte los ojos se te cumplia un deseo, no valia cualquiera, tenian que ser deseos desinteresados o bueno, mas o menos desinteresados, por ejemplo si pedias dinero ya podias cerrar los ojos que no aparecia ni una perra gorda, pero si pedias que hubiese algo de dinero para poder comprar un libro o un cacharrito de los que me gustaban eso era otra cosa, la lista de lo desinteresado la ponia yo (o eso creo) y no valia lo que pensasen otros, eran los deseos mios "desinteresados"
He debido en mi vida cerrar muy fuerte los ojos porque mira que se me han llegado a cumplir deseos, aunque algunas veces he pensado que lo mismo de cerrarlos tan fuerte no he visto lo que no queria ver, vaya Usted a saber, lo que si se es que hoy tras haber cerrado los ojos y ver mis deseos tan cerca los mantego bien abiertos para no perderme nada de lo que amo, de lo que disfruto y de lo que vivo, ahora no pongo los miercoles cocido, aunque sigo comiendo -de momento :)- repollo con el, y sigo sonriendo cuando pienso en el niño que podria haber nacido dentro.
como me gusta tener los ojos abiertos cuando te veo sonreir
tu ppm
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por visitar mi casa