Ayer estuve con una amiga, me hizo
gracia una historia que me contó, se refería a una discusión entre
su hermana y su pareja, les cuento.
La hermana de mi amiga -Ana- había
acabado su carrera de derecho y trabajaba de sol a sol, mal pagada y
muchas horas, su pareja, que también había acabo con ella derecho,
se dedicaba de sol a sol a prepararse las oposiciones, uno todo el
día fuera y otro todo el día en casa.
Una mañana Ana se tomo su desayuno,
leche con cereales, y dejo la taza en la mesa del comedor,
normalmente la llevaba a la cocina y la lavaba, pero ese día, se
olvido, y allí reposo todo el día, con un escaso resto de cereales
y leche, bien, pues llego por la noche, entro en casa, beso a su
chico y cuando llego al salón allí estaba la taza, la miro
boquiabierta y se dijo: manda carajo (era gallega por cierto, natural
de una aldea donde sus padres se dedicaban a la huerta y al ganado)
todo el día currando como una puta y este que ni se mueve no me ha
lavado la taza, pues no la quito, así se fue a la cama, con malestar
y sin ganas de mas.
Al día siguiente llego a casa y siguió
encontrándose la jodía taza, en el mismo sitio y con los mismos
restos, y eso mismo ocurrió los siguientes cinco días, cada tarde
según llegaba ya no miraba a su chico si no a la puñetera taza,
pero el quinto día cuando llego ya no vio la taza en la mesa del
comedor, sonrió mientras decía por finnnnnnn, se dio cuenta,
ahhhhhh pero no, la taza estaba en el alfeizar de la ventana, debía
ser que empezaba a oler, y eso se dijo si que no.
Decir que estaba enfadada es poco,
según me la representaba mi amiga, la veía como en los dibujos
animados echando ráfagas por los ojos, se fue directamente a su
chico, encerrado en ese momento en la habitación cantando los temas
de su oposición, entro como una fiera y le soltó a la cara mientras
un nudo le hacia trizas el estomago:
“¿¿¿¿¿Has puesto tu la taza del
desayuno en la ventana??????.
Su chico la miro boquiabierto, mas por
el color verde que parecía despedir todo su cuerpo que por la
pregunta en si, tartamudeo un poco antes de decir:
“Si cariño, como no se el tiempo que
tiene que estar eso que estas haciendo para poder hacer yogur, decidí
dejarla al fresco, ¿lo he estropeado???”
Ana no sabia si troncharse de risa o
cortarse las venas, así que decidió lo primero, mas que nada porque
si su chico lo mismo pensaba que era para hacer morcilla y la dejaba
desangrar, manda carajo volvió a decirse, cinco días enfadada y
este hombre pensando en que iba a hacer yogur.
A veces lo que nos parece obvio no lo
es tanto.
Feliz largo puente