la vida es ese continuo y preciso trascurrir de emociones, sentimientos, sensaciones y acciones. Todas tienen sentido, todas tienen valor y todas la configuran.
maria

sábado, 10 de diciembre de 2011

Demencia



A pesar de que acabo de abrir los ojos, sigo viendo la misma oscuridad. Estoy algo confuso. No se donde estoy, ni recuerdo nada de mi pasado, lo único que sé es que esto está oscuro, que la cabeza me duele y que fuera llueve. Ya se algo más. Estoy en un lugar cerrado, por el ruido de la lluvia y porque no siento el aire ni el agua de la tormenta. 

El silencio es absoluto aquí, luego debo estar solo. ¿Por qué no recuerdo nada? Tal vez esté en algún tipo de laboratorio de experimentación, o incluso en un hospital. Claro eso debe ser. He sufrido un accidente. Si fuera así, ¿por qué esta todo tan oscuro? Descarto automáticamente la opción del hospital, porque en estos siempre hay luz, aunque sea de emergencia. ¿Habré dormido durante mucho tiempo? Tal vez sea de noche, y por eso el silencio y la oscuridad; estoy en algún sitio donde todos duermen, eso debe ser. Tampoco me convence, ¿y los ronquidos? ¿Y las ventanas con la luz de la luna?.

Decido pasar a la acción y tantear a un lado de la cama. Hay una mesita, supongo que de noche. Sigo palpando y siento el frío tacto de algo metálico, el ruido me confirma que no es un solo objeto. Son instrumentos alargados, ligeros y con muescas. Tal vez sean unas pinzas o cualquier otro tipo de instrumental médico, lo que me despierta la idea de que este en una instalación médica, aunque el que este en un laboratorio de experimentación tampoco es absurdo…sigo palpando y noto entre mis manos lo que parece ser un vaso con agua, lo cojo y bebo un sorbo, pero un sabor amargo muy intenso me hace escupir al instante. Sin duda alguna le han echado algo al agua. Seguramente sea algún tipo de sedante, para mantenerme dormido, o ¿por qué no? algo que ha hecho que no recuerde nada de mi pasado ni de mi mismo y que tenga este horrible dolor de cabeza. 

Esto va teniendo sentido, por alguna razón que no recuerdo alguien me está administrando un medicamento para no recordar algo que sabia y que debía mantener en silencio. Sí, tal vez sea una tontería, pero en mis condiciones actuales no puedo recordar nada. Dejo el vaso en su sitio y continuo palpando en busca de algún tipo de interruptor o de lámpara que me permita volver a la luz, pero no encuentro nada. Decido palpar por la pared y por el otro lado de la cama antes de continuar escrutando la mesita, pero no obtengo recompensa. Supongo que tendré que seguir a oscuras. Continuo con la mesita de mi derecha, y encuentro un libro pequeño, con las hojas muy finas, como una biblia, lo cual me desconcierta bastante, porque lo mas lógico es que sea un libro que leo para coger el sueño. 

No tendría sentido que mi supuesto secuestrador me dejara un libro para leer antes de dormir. Aunque la idea de que pudiera estar confinado en algún sitio contra mi voluntad, me hace buscar algo para escribir, y palpo nervioso entre los instrumentos metálicos, encuentro un bolígrafo, si debe ser algún tipo de diario, en el que apunto mis andanzas en esta horrible prisión. Sigo palpando y encuentro un instrumento plano con el que me hago una herida, sin duda es un bisturí, esta muy afilado, chupo mi sangre que no para de manar, el corte no es profundo y se detiene.

No hay mas en la mesita, voy al otro lado de la cama y mas alejada hay otra mesita, palpo unas esposas de tela, el miedo me llena, son las esposas que ponen a los locos, lo que me da dos alternativas o estoy loco o me retienen contra mi voluntad, me inclino por la segunda opción pero me extraña tanto no estar atado, deben confiar en que no me iba a despertar en un buen rato. Se equivocaron, debo buscar una salida rápido, pero debo ser cauteloso, si estoy retenido no me dejaran salir así por las buenas. No se como soy capaz de pensar el dolor de cabeza es insoportable.

Me incorporo y percibo una atmósfera fría de esas que se respiran en los antiguos caserones. Cuando saco los pies de la cama siento como una estantería metálica, deben pensar que estoy muy débil para que algo así me impida salir. Me pongo de pie, pero no puedo sostenerme y caigo de nuevo en la cama, no tengo fuerza en las piernas, debe ser el sedante que había en el agua. Lo intento de nuevo y consigo aguantar agarrándome a la pared, con mucho esfuerzo voy poco a poco andando, es una habitación enorme con pocos muebles, seguramente es una casa abandonada, acondicionada para oscuros propósitos de mi secuestrador.

Sigo buscando una puerta, un interruptor o una ventana pero la luz sigue sin aparecer. De repente, veo pasar algo por delante de mí muy rápidamente y caigo al suelo asustado, en posición de defensa esperándome un ataque para el que no estoy preparado. El silencio sigue siendo absoluto. Nada ni nadie me ataca y tampoco hay señales de mas movimiento a mi alrededor, tal vez fuera un murciélago o un insecto volador. Con esfuerzo consigo ponerme de pie y sigo buscando. Todavía estoy nervioso y alerta, por fin encuentro el interruptor, lo acciono rápidamente pero no consigo resultado alguno, la misma oscuridad angustiosa sigue monopolizando mi visión y se me plantea un nuevo dilema, o no hay luz en la casa o han quitado las bombillas de mi prisión.

Sigo oyendo el golpear de la lluvia en el exterior y consigo andar tambaleando hasta que palpo lo que me parece una puerta, un suspiro de éxito se escapa de mi garganta, además la puerta cede a la presión del picaporte pero tanto ímpetu pongo que hago tambalear algo que se encuentra al lado de la misma y oigo un recipiente que se hace añicos contra el suelo, mientras siento un liquido caliente que cubre mis pantalones, el miedo se apodera de mi, si esta caliente es que hace poco lo han dejado, alguien debe andar muy cerca, el terror se acrecienta en mi cabeza que no para de doler.

Salgo a lo que debe ser un pasillo, un hedor insoportable fluye en el ambiente, voy tanteando despacio, el ruido anterior consiguió no despertar a mis secuestradores, o mas bien mis torturadores, si eso debe ser, encuentro una puerta en mi camino, la abro despacio mientras parece que camino algo mejor, es una habitación probablemente o será mi salida, no se, continuo pisando un suelo frío como de losetas, me golpeo en la pierna contra algo, es una cama, si parece una cama, un cuerpo inerte y pequeño descansa sobre ella, el olor se hace mas insoportable, el cuerpo no se mueve, pienso un segundo mientras sigo palpando y encuentro otra cama con un cuerpo como el anterior, el olor repugnante lo llena todo, eso es, si eso es, es un pequeño deposito de cadáveres donde hay cuerpos de niños envueltos, tengo que salir de allí, los niños y el hedor, ahora ya estoy seguro, aquí experimentan con nosotros, pero, ¿quienes somos nosotros?.

Abandono la habitación aunque el hedor parece seguir acompañándome, un ruido lento parece acercarse pero oigo como un gruñido, si, es un gruñido, no se que hacer debo continuar, salir del caseron, encontrar la puerta, pero no veo nada, todo es negro y encima el terrible dolor de cabeza, las piernas que son tan débiles, esta dificultad para andar, todo mojado de ese liquido caliente que se va enfriando, y el maldito olor.

Decido arrodillarme e ir despacio tanteando las paredes del pasillo que me encuentro hasta encontrar la puerta de salida, por fin parece que estoy llegando cuando oigo el ruido del gruñido avanzar hacia mi, hago un ultimo esfuerzo y consigo llegar al picaporte y la llave, justo en ese momento el gruñido alcanza mi cabeza, un peso sobre mi cuerpo, la presión hiriente que se clava en mi cara, salgo por fin salgo, corro, todo oscuro, la hierba humeda bajo mis pies, la sangre mana por mi cara y de rodillas caigo…… ya no siento…..
 
Diario de J.Lopez :
 

Querido diario creo que no había escrito nada de mi padre hasta hoy, anoche no se como consiguió levantarse, se nos olvido poner las sujecciones de la cama y se tiro de esta, el destrozo fue increíble, el jarrón de Laura hecho añicos, los niños revolucionados con los golpes, saltaban en sus camas gritando y allí estaba él, en el jardín, lleno de orina y excrementos con una mirada perdida, con una mirada diría que de horror y sin decir nada, mi padre quedo ciego hace muchos años de un terrible traumatismo en la cabeza, pero la mayor dureza fue cuando apareció la demencia, llame esta mañana a su medico, ella le estuvo explorando y no vio nada nuevo, ha aumentado la dosis de sedantes nocturnos dice no se que palabra de alteraciones psicoconductuales, manía tienen de poner nombres raros, a mi lo que me preocupa es que se de cuenta, la cara de horror que tenia me estremeció y las dentelladas de nuestro pastor alemán mas todavía, pero ella dice que no, que cree que no, que no se da cuenta.

Espero que así sea.

1 comentario:

  1. ¡Qué duro, vida! A veces que la realidad sea sólo que vivimos es una delicia, pero otras, como ésta, ojalá fuera lo que deseamos que se viva. Me ha encantado el escrito. Gracias por regalárnoslo.

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gracias por visitar mi casa