la vida es ese continuo y preciso trascurrir de emociones, sentimientos, sensaciones y acciones. Todas tienen sentido, todas tienen valor y todas la configuran.
maria

miércoles, 7 de diciembre de 2011

te quiero puta



Años setenta en Madrid, un nuevo barrio lleno de casas del ministerio de la vivienda, familias que emigraban de otras zonas, matrimonios jóvenes, niños en edad escolar, pocos colegios, pocos recursos. La calle era entonces lugar de encuentros, un barrio en construcción que dejaba pequeños pasadizos donde jugar a las prendas o a la botella, pandillas de todas las edades y un caballo novedoso que llenaba el cuerpo de otras sensaciones, por aquel entonces los juegos eran en la calle, los integrantes muchos y las pellas se hacían en el bar de la esquina, con un flipper y un futbolín, bueno quien las hacia claro, que una era cuando tras dejar su vocación de misionera en el África ecuatorial, soñaba con ser ajustador matricero.

Salía del instituto siempre un poco antes que yo, recuerdo su minifalda de cuadros rojos y negros, su jersey pegado y un cigarro que se atrevía a llevar por la calle, por aquel entonces yo tapaba mis incipientes pechos con una carpeta y encorvando la espalda, hubiese querido echar humo de esa forma, con esos labios rojos como las fresas, pero llevaba el pelo recogido en coleta y andaba deprisa para llegar a casa.

Uno de esos días que admiraba a aquella muchacha de maquillaje estridente, pasaron a mi lado y los escuche, se decían unos a otros “es una puta”, lo decían llenándose la boca de la palabra, con un brillo de maldad incipiente de la adolescencia, con un tono de herir, no pasarían de los quince años y sus cuerpos se escondían como reptiles en grutas, mientras sus bocas se abrían con sapos deleznables, reían y gritaban con voces bajas, “que puta es”.

La timidez que entonces me embargaba me hizo mirar al suelo, enrojecer hasta las pestañas y apenas elevar la mirada cuando ella, majestuosa e imponente, daba media vuelta y nos miraba, vi la risa envuelta en sus pupilas, vi sus dientes blancos mientras estallaba en carcajadas.
¿Abuela por qué llaman a la chica del 208 puta?, no lo sé mari, pero a la gente le gusta mucho insultar, ser puta es un insulto niña.

Y me lo dijeron, me lo dijeron porque haciendo un esfuerzo de tripas, me acerque a esas víboras de lengua afilada y pregunte. Me contaron como aquella niña se acercaba al depósito de agua, a aquel rincón apenas frecuentado, con unos y con otros, como tocaba, lamia y disfrutaba de los cuerpos cuyas bocas la insultaban, como daba placer y recibía, como era ella misma, como liberaba su jersey y sus pechos, sus bragas caían y las manos de otros con las suyas jugaban a ser lo que les apetecía.

No me costó tanto acercarme a ella, apretar un poco mas el paso y ponerme a su altura, reírme con su risa y compartir sus lagrimas, descubrir lo que era lo que otros llamaban puta, descubrir a la mujer, a la hembra deseosa, a la que no le importaba nada más que disfrutar de la vida, ver como lo que me contaban desdibujaba un insulto y convertía la palabra puta en una bella palabra, una palabra que no me ofende y que me gusta, una palabra que solo a los que veo bellos, libres, pensadores y disfrutadores de la vida me atrevo a decir, porque para mí ser puta es aquella persona que no pide nada a cambio, o si, miento, pide mucho, pide que quien este con ella sienta, sea feliz y disfrute con el alma, aun a pesar de que cuando la dejen, cuando suban su bragueta y esten con otros digan con desprecio, “es una puta”.

Quizás por eso sigo sintiendo que lo mas bello que me han dicho en la vida es: Te quiero puta.

Feliz puente a todos, y disfrunten de la vida, o al menos permítanselo, claro solo si les apetece.

Miles de sonrisas.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado este retorno a los recuerdos del pasado y la glorificación de esa palabra...Puta. En lo más profundo de nuestra mente deseamos que nuestra pareja lo sea y creo, sin equivocarme, cosa que seguro es así...que me he equivocado, vosotras queréis sentiros eso para vuestro hombre y por que sí para vosotras misma. Serlo no es nada o sentirlo no es nada criticable... Me estoy enredando con todo esto Jejeje Gracias por este post.

    Un saludo del ängel

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  2. Recibo su saludo Angel y le agradezco su comentario, somos lo que deseamos o al menos lo intentamos, un saludo y una sonrisa

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  3. Te quiero puta. Te quiero, puta.

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gracias por visitar mi casa