Al iniciar las lecturas de las distintas paginas de internet en referencia al BDSM encontre un escrito que me impacto, era una carta a una sumisa imposible de Sea Lord de Club Sumision, esa carta me llevo a escribir esta, que no es mas que una visualizacion de un sentimiento.
publicado en noviembre de 2008
publicado en noviembre de 2008
A veces una siente como que no termina de explicarse, y quizás en ello estriba todo, en que busca explicación para que la entiendan, nunca se me ha ocurrido intentar explicar un color, el azul es azul sin mas, el amarillo es amarillo sin mas, he podido comparar, referir que la inmensidad del cielo me abruma o que los campos de girasoles me producen una excitante paz, pero no he intentado explicar el color, tan solo la sensación.
Por eso hoy cuando inicie la carta no escrita que no mandare, me di cuenta que se llenaba de explicaciones, absurdas e incomprensibles hasta para mi. No puso normas ni se fijaron limites, por que no había nada que explicar, era simplemente esto, si quería quería, solo yo había decidido el si y Usted no iba a decir mas, la ruleta ya había comenzado su giro y yo me preguntaba pero ¿debo sonreír?, todavía recuerdo la mirada, clavada, sentía la mirada desde los pies a la nuca, totalmente desnuda ante ella, ni las manos que volaban para tapar imperfecciones podían conseguirlo, pero que tapar ante esos ojos, que tapar ante mi misma, por que era eso, no solo sus ojos los que observaban, no un ritual mil veces leído, no, era distinto.
Pues nuevamente arropada y caliente me encuentro en esta placidez burguesa que reconforta, y como un resorte vuelve la imagen esperada, el sonido del cinto que atraviesa el cerebro y voltea la cabeza en su búsqueda y allí me veo, de nuevo tirada entre baldosas, con las rodillas desolladas de tanto gatear con la lengua resquebrajada de lamer sus pisadas, con las manos clavadas de miles de guijarros, sudorosa con las lagrimas engarzadas en el pelo enmarañado de tirones, con el cuerpo cubierto de todo lo que rodea el mundo, de la pestilencia y del aroma, sin ningún lugar que no haya sido usado y clavado, sollozando en mi interior por una vez mas, gimiendo en mi interior para que ni un sonido empañe su cerebro y dudando de si es por mi o no lo es, de si soy o no soy. Deseando reconocer de nuevo cualquier sensación, sin importar cual sea, desde el ruido del látigo al ímpetu de la caricia, buscando su semen como lo único que calme mi sed.
Y esa imagen es la que quedo, sigue grabada a fuego en mi cerebro, es la imagen que ha depositado antes de su marcha, para que la observe detenidamente cada día en mi interior, y yo simplemente miro al espejo y me devuelve la imagen y mi rostro y en el…..
No es una sonrisa por que no la quiere, no es un gesto de agrado ni tan siquiera un gesto, soy la cuchara o el plato o no soy, pero por que explicar, si no decido, si ya decidí no hacerlo, que imperfección, y yo altiva pensando, vaya, he fallado, otra vez y tantas veces, vaya he conseguido nuevamente no ser lo que no he sido, ni vivir lo que no he vivido, ahora ante el escrito que no le mando vuelve a mi cara la sonrisa imposible de la relación posible, por que mi no amado, mi no querido, mi no estimado, no hay mas relación que la que Usted pone en mi mente.
nadie (o nada)
vida
siempre hay un lugar en nuestra mente para recordar lo que fuimos y pernsar lo que no queremos ser, quizás solo quizás en un lugar del pensamiento todo vuelva a ser como antes.
ResponderEliminartenemos la capacidad de recordar, de soñar, de trasformar nuestro camino y nuestros deseos, o de conservarlos, una capacidad que nos ayuda continuamente a vernos y ver lo que somos.
ResponderEliminarencantada con tu visita
maria
y poseer a nadie no es poseer todo
ResponderEliminarposeer todo seria poseer a nadie