Me ha llamado en ocasiones la atención porque algunas personas cuando reflexionan sobre un tema o tienen que tomar decisiones se sientan relajadamente y cierran los ojos, mientras que otras nos gusta mas hacerlo a la vez que realizamos una actividad física, aunque sea simplemente caminar de un lado a otro o preparar un postre o incluso conducir por una autopista, es algo que simplemente me había llamado la atención, por eso me resulto curioso que una lectura me trajera a la mente esta antigua reflexión, una lectura de Ferenczi.
El comenta que muchas personas, cada vez que desean reflexionar profundamente sobre algo, tienen la tendencia a interrumpir el movimiento que estaban realizando, por ejemplo, caminar, y a no proseguirlo hasta terminar su trabajo intelectual. Por el contrario, otras son incapaces de entregarse a una actividad intelectual de cierta complejidad permaneciendo tranquilas: se ven obligadas a desarrollar una gran actividad muscular mientras reflexionan, así que se levantan, van y vienen, etc.
Las personas que pertenecen a la primera categoría aparecen a menudo como individuos fuertemente inhibidos que, para realizar cualquier trabajo intelectual independiente, deben primero vencer fuertes resistencias internas de orden intelectual y afectivo. Por el contrario, las personas del segundo grupo son individuos cuyas ideas fluyen con demasiada rapidez y que están dotados de una imaginación muy viva.
Esto explicaría lo que yo suelo denominar fuga de ideas (bueno no es un termino inventado por mi la verdad, aunque se suele utilizar de otra manera).
Este sería un argumento a favor de una relación íntima entre el pensamiento y la motilidad, de tal forma que las personas que precisan moverse continuamente lo hacen para introducir reflexión lógica en lugar de la imaginación.
Y una pensando que era reflexiva y en realidad lo que esta es dotada de gran imaginación, a punto estoy de no hacerle ni caso, lo que ya no tengo claro es si no hacerle ni caso al hombre este o a mi misma, aunque la verdad conmigo tengo que vivir el resto de mis días.
Bueno que mejor dejo de reflexionar que escribir a la vez que hago un flan es muy complicado
Feliz semana
maria
El comenta que muchas personas, cada vez que desean reflexionar profundamente sobre algo, tienen la tendencia a interrumpir el movimiento que estaban realizando, por ejemplo, caminar, y a no proseguirlo hasta terminar su trabajo intelectual. Por el contrario, otras son incapaces de entregarse a una actividad intelectual de cierta complejidad permaneciendo tranquilas: se ven obligadas a desarrollar una gran actividad muscular mientras reflexionan, así que se levantan, van y vienen, etc.
Las personas que pertenecen a la primera categoría aparecen a menudo como individuos fuertemente inhibidos que, para realizar cualquier trabajo intelectual independiente, deben primero vencer fuertes resistencias internas de orden intelectual y afectivo. Por el contrario, las personas del segundo grupo son individuos cuyas ideas fluyen con demasiada rapidez y que están dotados de una imaginación muy viva.
Esto explicaría lo que yo suelo denominar fuga de ideas (bueno no es un termino inventado por mi la verdad, aunque se suele utilizar de otra manera).
Este sería un argumento a favor de una relación íntima entre el pensamiento y la motilidad, de tal forma que las personas que precisan moverse continuamente lo hacen para introducir reflexión lógica en lugar de la imaginación.
Y una pensando que era reflexiva y en realidad lo que esta es dotada de gran imaginación, a punto estoy de no hacerle ni caso, lo que ya no tengo claro es si no hacerle ni caso al hombre este o a mi misma, aunque la verdad conmigo tengo que vivir el resto de mis días.
Bueno que mejor dejo de reflexionar que escribir a la vez que hago un flan es muy complicado
Feliz semana
maria
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gracias por visitar mi casa