la vida es ese continuo y preciso trascurrir de emociones, sentimientos, sensaciones y acciones. Todas tienen sentido, todas tienen valor y todas la configuran.
maria

lunes, 10 de mayo de 2010

el pendulo


junio 2009

Hace apenas unos días tuve la fortuna de conocer a una mujer, es la compañera de vida de un amigo mío, reconozco que el hecho de que nos viésemos por primera vez en un ambiente de distensión y en una ciudad que me encanto, hizo que el encuentro fuese más intenso.

Tina, que así se llama esta mujer exponía la teoría del péndulo que viene a ser un poco la teoría del ying y del yang, algo así como que todos tenemos dentro de nosotros mismos los extremos, moviéndonos como un péndulo entre cada uno de ellos, pero con la posibilidad de parar el péndulo en el lugar que nos resulte mas cómodo y durante el tiempo que nos resulte mas conveniente, eso si a veces de forma consciente, en ocasiones inconsciente y en otras movidos por condicionantes externos.

He pensado un tiempo sobre esta teoría y en los opuestos irreconciliables, que quedan fijos al perder el movimiento y hacerse uno de los aspectos el dominante o preponderante en nuestra experiencia. Es decir, la polarización.
Todos somos generosos y egoístas. La generosidad que nos permite empatizar y simpatizar con los demás, ser amables y seductores, formar parte de un nosotros; y el egoísmo que nos permite ser competitivos, buscar nuestra confortabilidad, resaltar sobre el resto, ser asertivos al plantear nuestro propio punto de vista.

Más que contradictorios, ambas manifestaciones son necesarias en la vida, son adaptativas y uno de los aspectos puede primar dependiendo de la situación específica, adaptándonos de manera flexible a cada circunstancia del presente; pero cuando nos quedamos “pegados” a uno de estos aspectos, porque por ejemplo, aprendemos que el egoísmo es “pecado”, o por el contrario, aprendemos que la generosidad es para los ingenuos, nuestra relación con el mundo puede tensionarse hasta la enfermedad.

Esta distinción de las polaridades me permite por ejemplo, generar una interpretación respecto a cuales son mis facetas fundamentales en aparente contradicción, reconocerlas, explorar el modo como se expresan y actúan en mi vida, haciéndome un mejor observador de mi lado preponderante y de aquel que estoy negando, y por tanto, con aquello que estoy en conflicto; y desde ahí puedo comenzar a actuar en dirección de integrar lo hasta ahora rechazado, a partir de su revaloración y reconexión. Por ejemplo: Hombres competitivos que integran su vulnerabilidad; mujeres vulnerables que conectamos con nuestros recursos y capacidades; personas dominante que puedan disfrutar del dejarse llevar por el otro; “sabihondos” que valoren su ignorancia; tímidos que reconozcan e integren su elevado sentido crítico o capacidad de percibir los detalles y ser seductores desde ese sentido del detalle.

Pero entonces me pregunto también tengo un lado dominante? Somos en realidad todos nosotros las dos polaridades y una de ellas la expresión mas arraigada en nuestras vidas?

Bueno son eso teorías y ganas de reflexión, será que los domingos son buenos días para ello.

Feliz semana y como no, feliz vida

maria

2 comentarios:

  1. recorrer como un pendulo cada rincon de tu piel

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  2. Encontrar el equilibrio entre lo que nos conforma es una tarea dificil y gratificante
    un saludo
    Juan

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gracias por visitar mi casa