Arquitectos, plantas y mil y pico motivos para reir

Publicado a las 18:13 del 02 de Octubre de 2011
Arquitectos, plantas y mil y pico motivos para reir
	A pesar de ese empeño lineal, que muestran los arquitectos y los responsables del suelo en que las dimensiones de las casas no se modifiquen, éstas, de forma propia deciden las medidas, son capaces de estirarse o menguar en función de sus propios deseos, las paredes se transforman en hojas movibles que traspasan a otros espacios, para que todos podamos entrar en ellas, si, ya lo sé, a veces se trasforman en muros de castillos para refugiarnos o para poder dejar en algún espacio de la vivienda, una intimidad que no debe salir de ahí mas que cuando sus intimadores lo decidan.           Como una es muy normal (leñe con metro cincuenta y pico se es normal) su casa no iba a ser menos, y lo que puede llegar a estirarse uffff, ni se imaginan, claro que después queda como un regusto al volver al tamaño original, pero eso es otra historia y hoy no la voy a mirar, así que a estirar y estirar, mas que nada por esta profusión de árboles y plantas que inundan el salón, la cocina y la habitación, en el baño han sido discretos y aunque han entrado a calmar sus savias eliminatorias, las raíces las han ido dejando por otros lados, y es que los arboles y las plantas florecen cuando son ellas mismas, ese empeño –que de empeñadores leñe- de tratarlas según los manuales de horticultura hace que no vayan ellas a florecer en condiciones, así que junto a la destrucción de los planos me gusta no leer manuales (así me va con el coche).             No me floreció el cannabis, pero que quieren que les diga, tengo tulipanes en otoño, si, si, no les miento tulipanes de hojas robustas con algún hilillo morado, ellos que son muy quejicas dicen que muchos, pero son hilillos, eso sí como embellecen sus pétalos. También a pesar de la temporada un lilo blanco ha hecho su sitio en una esquina de la mesa, como si mirase hacia los lados, como si no estuviese estando, ha dejado un ajuar de complementos, son flores chiquititas si te acercas, pero mirando desde otro punto el ramo forma una flor compleja, el lilo dice que es sencillo y yo le creo. Creció una dama de la noche que abrió sus flores a un tiempo, el olor es penetrante, embriaga, pero es así, como son las damas de la noche.            Y vinieron mariposas blancas a guiñarnos con ojos nuevos y la luz de un silencio me meció un poco en el sueño, ¡¡¡que paseo por la casa!!!, se hizo tan grande que proyecto un ejército de cuidadores para tenerla brillante, esplendida, como siempre son los vergeles llenos de princesas de cuento.             Ahora recojo un poco el comedor, una foto del Che Guevara me dibuja una sonrisa, mil y pico razones le daría para que viese lo que yo veo (me las ahorro, le importarían poco, si no fuera asi no seria el Che), y aunque se llevaron un libro de un escritor cuyo nombre no recuerdo, también leerlo fue parte de un fin de semana estupendo.             Y en esa profusión arbórea, todas son capaces de emanar sus olores, de hacer lucir sus mejores galas y lejos de que otras las eclipsen entre todas dibujan magia e ilusión, así que gracias a árboles y plantas, a que las paredes se han ido adaptando y que a la alegría ha venido de norte y sur, incluso del centro, un fin de semana feliz ha dejado la casa llena de frescor y verdor, que gusto da vivir, que gusto da sentir, que gusto da veros reír, a todos, un enorme beso. Y Tu siempre en todo, sin Ti la luz, el frescor y la alegría no tendría sentido. maria