un ramo de tulipanes
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El día comenzó con una llamada, mientras colocaba su ropa esa tarde su mobil empezó a vibrar y dejar escapar el sonido familiar, una sonrisa se dibujo en su rostro, el temblor de las manos se hizo mas patente con la vibración del teléfono y un tímido hola como presagio de lo que acontecería después inicio el momento.
- ¿Confías en mí? La respuesta a su saludo fue una sencilla frase, una pregunta con un tono tranquilo y envolvente, la respuesta fue inmediata: - si Hay veces que se dan vueltas a preguntas que no requieren mas que un monosílabo y esta vez broto sin mas, si. Lo siguiente fue: - Mañana traerás un body negro. Y después una conversación entre amigas para alguien que las oyese, o una conversación llena de miles de tonalidades para ambas.
Al día siguiente habían quedado, iría hasta el pueblo que le indicaron a la hora de la comida, un viaje precioso que se lleno de inpedimentos y que le enseño lo importante de no dejar las cosas para después, pero bueno todo enseña, es lo que tiene la vida.
Y por fin llego, la cafetería llena de objetos dispares, las mesas de madera pulida, los asientos erguidos y Ella allí, como siempre radiante, que luz desprende, se sentía aturdida que los demás no viesen esa luz, que no se fijasen en el calor que emanaba pero ya se sabe que las realidades nunca son objetivas.
Una comida tan agradable, el vinagre brotando por sus ojos hacia que las cosas tuvieran otro sabor, sensaciones que se contradicen y se complementan. Un café distinto y allí apareció. Apareció un ombre desconocido, de sonrisa agradable que remobia el café con sacarina mientras hablaba con Ella, reían y le hacían participe de su conversación, compartían pensamientos, ilusiones, proyectos o incluso noticias sin mas trascendencia. En un momento Ella les dejo solos y se fue del local, continuo la conversación con el desconocido, seguía siendo tranquila, distendida los cafés se habian terminado y quedaba una complicidad de sonrisas que Ella genero antes de marcharse.
No puedo decir el tiempo que paso antes de que volviera, seguramente escaso pero no sentirla cerca cuando se va siempre genera como una indefensión inicial, cuando volvió a aparecer por la puerta el mundo retomo su giro.
- Ves al servicio y maquillate.
Un pequeño servicio de cafetería, las pinturas de Ella sobre su piel, su pintalabios que recordaban sabores, el rimel en las pestañas y la escitacion del momento. Los momentos, esos que se conpaginan, Ella es una creadora hinnata de momentos. Y regreso a la mesa donde la vio reír, donde sintió su risa con el ombre de sonrisa continua y sincera.
- Estas guapa.
Ella le entrego un pequeño paquete que le sumergio mas aun en un mundo rico en sabores, un paquete que era tanto, un símbolo, un esto ya no eres tu, esto ya soy Yo, no hay palabras para explicarlo, y sin mas aviso que una sonrisa, su voz nuevamente lleno todo.
- Te vas con Iñaki, lo sabias ¿no? - ¿Qien es Iñaki?
La mirada del acompañante contesto a su absurda pregunta, claro el ombre de sonrisa permanente era Iñaki, y la verdad no lo sabía. La pregunta del día anterior retumbo nuevamente en su cerebro: “¿Confías en mi?”
Y Ella abandono la cafetería, un nos vamos del ombre y tras recoger su bolso se vio caminando por las calles de un lugar desconocido, pero tan acompañada, era como ir de la mano de Ella, como sentir sus brazos que le ayudaban a subir las escalones de la habitación donde se dirigían, la puerta con cerradura se abrió y entro en una habitación oscura, llena de montones de objetos y de un calefactor que inundaba de calor la sala.
Seguía la frase en su cerebro, confías en mi, confías en mi, y como no acerlo, se imaginaba que el sol le comentase a los labriegos, confían en que conmigo las cosechas serán mejores?, como el agua diciendo a los hipopótamos ¿confían en que conmigo su vida es posible?
Y la luz empezó a estallar violentamente, la luz empezó a iluminarlo todo, la sonrisa del ombre se trasformo, la mirada incluso y la forma de dirigirla, empezó una sesión llena de contraste, indicaciones, ordenes, incertidumbre, cada destello de luz la hería, no se encontraba, no sabia, miraba inquieta las velas, veía en los ojos del ombre al ombre, la aparición del gato, y las escenas que le seguían, se vio por un momento como dos actores que interpretaban una película sin sentido, algo no ocurría, su cuerpo no respondía, y el ombre se fue y apareció con un ramo de tulipanes….
Y ahora si que el mundo se detuvo.
Un ramo de tulipanes es mucho, un ramo de tulipanes que borro de un plumazo a los tulipanes marchitos, años diciendo y mintiendo que odiaba los ramos de flores, años escondiendo que el tulipán era su flor favorita, años sin sentir el pétalo del tulipán rozar su piel, y una pregunta absurda que hizo:
- ¿De quien es? - ¿tu que crees?
Y ya no hizo falta mas, todo cambio, y una frase volvió a su mente: “tu no has venido a pensar, solo ha sentir”
Y la representación como una película se detuvo y ya no era una actriz, ya se inicio una sesión, ya estaba Ella allí, la que siempre escuchaba lo que decía, la que oía su corazón mas que sus palabras, la que la derrunbaba de barreras autoinpuestas y le hacia ser lo que Ella y ella querían, a partir de ahí el ombre desapareció.
Una hora mas debió estar allí, una hora con los tulipanes compitiendo entre sus piernas, recorriendo sus pezones, con la anilla del gato enganchada en su lengua, con el calor de sus cinchas recorriéndola, con el sabor de Ella en cada poro de su piel, y una voz que la devolvió a aquel lugar y le decía que se vistiese.
Le ofreció una bolsa para guardar los tulipanes, una bolsa para que no se vieran, pero rogó por llevarlos, como no acariciar entre sus brazos el ramo, como no enseñar al mundo el placer envuelto entre pétalos de sentir lo que sentía, su mano acariciada por un cordón que le ataba y su alma envuelta en la ternura.
De nuevo el café, sin azúcar, sin nada más que el café, y Ella allí, viendo como la amargura del café la estremecía y como un beso en los labios endulzo su vida, café mas dulce no recordaba haber disfrutado.
Solo salía una palabra, amor.
maria
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vida dijo ...
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Gracias, muchas gracias a los que pasais, a los que os gusta disfrutar.
a Ella que decirle, no me quedan palabras, es como viajar con la boca abierta todo el tiempo y comprender que es en realidad disfrutar de la vida, ahora si he aprendido que la palabra no es nada en si, sino el sentimiento, por Ella
un beso, maria
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