narcisos en flor

Arquetipos, personalidades y otros mundos.

 

     Tengo que reconocer que la entrada sobre las "mosquitas muertas" me ha gustado, por la descripción de un tipo que siempre me ha hecho sonreir, claro que pienso que la mosquita muerta no tiene porque ser una mujer, incluso mi percepción de la misma no es de debilidad, si no muy al contrario de fortaleza enmascarada, pero dejemos el debate para ese hilo.

 

     A mi me gustaría hablar de otro tipo, un tipo de personas que siempre me llamaron la atención, no es que me guste mucho irme de cañas con ellos, pero leerlos sí, observar sus movimientos y bailes, me resultan muy llamativos.

 

     Los personajes que les comento son los "narcisos", los preciosos narcisos en flor. Es curioso pero existe una variedad de narcisos que pueblan la serranía de Grazalema, que es el Narcissus Papyraceus, también conocido como “meados de zorra”, por su mal olor. Pero no era mi intención hacer una entrada botánica.

 

     El narcisista tiene un gran sentido de la autoimportancia, son los mas bellos e inteligentes, solo pueden relacionarse o ser entendidos por personas de alto estatus. ¿Cómo podrían ser entendidos por la plebe- que los envidia sin mesura- sin llegar a entender su brillantez?.

 

     Los narcisistas son muy exigentes con los demás, carecen de cualquier resquicio de empatía, siendo arrogantes y soberbios. Todo les vale para alcanzar sus metas y siempre creen que no son lo suficientemente valorados.

 

     En si, la descripción que he plasmado del narcisista es la que da el DSM-IV, pero me ha gustado la definición de Milton: “Estas personas creen que los demás deberían anticipar cualquiera de sus necesidades y su egocentrismo les hace indiferentes a los derechos y bienestar del prójimo, al que no ven como una persona independiente y única, si no con un valor que solo se relaciona con la utilidad que esa persona ofrezca para satisfacer sus propias necesidades.”

 

     Como suelo pensar, al igual que todos podemos tener un poco de mosquita muerta en nuestro interior, también en ocasiones tenemos conductas narcisistas.

 

     Y como me gusta la vida, las sonrisas, los abrazos y disfrutar, suelo considerar a las personas narcisistas como personas tóxicas, por lo que me suelo apartar, aunque en ocasiones vea su belleza exterior, intentando no dejarme llenar de su olor nauseabundo.

 

     Pero esto no es nada mas que otro tipo de comportamiento.

 

Mil sonrisas para todos.